Cochinos en total libertad en las fincas , tradición en la elaboración en los secaderos centenarios de Jabugo, respetando al máximo la pureza de raza de nuestros cochinos y la calidad del producto puro ibérico.

Nuestros cerdos crecen y se alimentan con el fruto de las dehesas, de forma natural y a su ritmo, campan en libertad y armonía durante su vida.

El cariño y el duro trabajo de los maestros jamoneros hacen el resto,  consiguiendo una curación que por su elevado coste productivo se encuentra en extinción. Culminando con un Jamón y Paleta de aroma y sabor único.

Dicho lo anterior, producir un jamón de calidad «excelente» es un proceso que lleva muchos años. Conseguir esa excelencia es algo que depende de muchos factores y no sólo de la alimentación o la raza del cerdo. Eso es sólo el comienzo. Créame, durante los meses que un jamón va a curarse a velocidad ultra lenta en un secadero pueden pasar muchas cosas que lo alejen del resultado pretendido. El mimo, la atención, el cuidado diario y la maestría durante el proceso de curación son tan importantes como la raza o la alimentación en el campo para el resultado final.

Nosotros etiquetamos el jamón con nuestra propia denominación en la fase final del proceso y a tenor exclusivamente de la excelencia obtenida en cada pieza. Sí el jamón o paleta no alcanza la «excelencia», para nosotros es » extraordinario» sin importarnos lo que fuera el día que entró en el secadero. La calidad final  es innegociable

. Sólo podemos animarle a que pruebe y disfrute nuestro producto pasa así despejar cualquier atisbo de duda. No tiene que perder. Todos nuestros productos están garantizados.